Entre las políticas mencionadas por Ramírez Mesec como factores positivos se encuentran el incremento de la AUH (Asignación Universal por Hijo) y la ampliación de la Tarjeta Alimentar hasta los 17 años, medidas impulsadas por el Gobierno nacional en el marco de una política de asistencia focalizada, eficiente y sin clientelismo, lograron que 1,7 millones de chicos salieran de la pobreza.
Se trata de decisiones que el Ministerio de Capital Humano implementó con el objetivo de proteger a los sectores más vulnerables, aún en un contexto de restricción presupuestaria. Una vez más, el mérito de estas políticas no es el gasto desmedido, sino el buen uso de los recursos públicos.
Desde su asunción, el presidente Milei dejó en claro que el ajuste caería sobre la política, no sobre la gente. Y los resultados comienzan a evidenciarlo: lejos del relato catastrofista de ciertos sectores, los datos objetivos muestran que es posible ordenar las cuentas públicas sin abandonar a los más vulnerables.
UNICEF lo expresó con claridad: “No se puede negar que es un ajuste fuerte… y sin embargo, la pobreza infantil bajó”. Una señal contundente de que la Argentina puede salir adelante cuando hay voluntad política para terminar con los privilegios, ordenar el Estado y priorizar a quienes verdaderamente lo necesitan.
UNICEF tiene 40 años de presencia en Argentina, ha trabajado con todos los gobiernos y en todos los contextos. Pero este reconocimiento cobra especial relevancia porque pone en evidencia que un Estado más eficiente, menos clientelar y más comprometido con los resultados reales es posible.
Mientras algunos se resisten al cambio y siguen apostando al gasto sin control, el Gobierno de Javier Milei demuestra que se puede ajustar con criterio, cuidar a los más chicos y marcar un nuevo rumbo basado en hechos, no en slogans.
Fuente: Infobae en Vivo Ver