El Senado de la Nación Argentina ha aprobado la suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para el año 2025, una decisión que representa un paso en la dirección correcta hacia la racionalización del gasto público y la optimización del proceso electoral. Con 43 votos a favor, 20 en contra y 6 abstenciones, la medida impulsada por el Ejecutivo se convirtió en ley tras haber obtenido media sanción en Diputados semanas atrás.
Desde su implementación en 2009 mediante la Ley N° 26.571, las PASO han sido presentadas como un mecanismo de democratización de la representación política. Sin embargo, en la práctica han funcionado más como una costosa e innecesaria encuesta nacional financiada con recursos del Estado, sin cumplir efectivamente con su propósito original. Tal como lo señaló el presidente Javier Milei, esta instancia previa de votación no ha garantizado mayor equidad ni transparencia en la selección de candidatos, sino que ha servido para alimentar la especulación política y mantener estructuras partidarias a expensas del dinero de los contribuyentes.
Uno de los principales argumentos a favor de la suspensión es el elevado costo que implica para el Estado la organización de las PASO. Entre la impresión de boletas, la logística electoral y la asignación de recursos a los partidos políticos, el gasto se vuelve insostenible en un contexto donde la prioridad debe ser la reducción del déficit fiscal y el saneamiento de las cuentas públicas. En línea con la visión del Gobierno de fomentar la eficiencia y la responsabilidad fiscal, la eliminación de esta instancia electoral para el 2025 representa una medida sensata y necesaria.