Estas disposiciones, impulsadas por el Ministerio de Economía, buscan modernizar el sistema hipotecario y fomentar la construcción de viviendas en un contexto de reciente estabilización económica.
Entre los puntos destacados, se encuentra la implementación de la hipoteca de bien futuro, considerada un “hito histórico” por el ministro de Economía, Luis Caputo. Este mecanismo permite a los compradores financiar propiedades en desarrollo sin necesidad de contar con una escritura previa, reconociendo desde el inicio su derecho de propiedad. Además, las hipotecas divisibles facilitan la financiación individualizada en desarrollos bajo propiedad horizontal, beneficiando tanto a compradores como a desarrolladores.
Otra novedad es la posibilidad de registrar preventas de unidades en construcción, lo que otorga mayor seguridad jurídica y confianza en el mercado. También se introduce el derecho real de superficie como garantía hipotecaria, permitiendo financiar proyectos en terrenos ajenos.
Estas medidas no solo amplían el acceso a la vivienda, sino que también impulsan el empleo en la construcción y fortalecen la cadena de valor.