Este dato representa mucho más que un número: es la confirmación de que el plan de estabilización impulsado por el presidente Javier Milei está funcionando. En un país históricamente golpeado por la inflación, donde los gobiernos anteriores naturalizaron aumentos de dos dígitos mensuales, este logro marca un cambio de época.
La inflación interanual se ubicó en 43,5%, y el acumulado en los primeros cinco meses del año fue de apenas 13,5%. La tendencia descendente es clara, previsible y contundente. Lo que parecía imposible sin un salto devaluatorio, controles de precios o manipulación estadística, hoy es realidad gracias al orden fiscal, la disciplina monetaria y el compromiso inquebrantable de Milei con la libertad económica.
Muy lejos quedó el relato del «ajuste imposible». Milei demostró que con decisión política, transparencia y reglas claras, el país puede salir del pantano inflacionario sin atajos ni populismos.
Bajan los precios de alimentos y el bolsillo lo siente
Entre los datos más destacados del informe del INDEC, sobresale la fuerte caída en productos de consumo masivo:
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Lechuga (-25,3%)
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Limón (-23%)
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Naranja (-10,5%)
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Tomate redondo (-8,9%)
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Sal fina, galletitas de agua, tomate en conserva, vino, azúcar y frutas también registraron bajas.
Es importante remarcar que la división “Verduras, tubérculos y legumbres” tuvo una deflación del -9,6% interanual, en un contexto donde la inflación general fue del 43,5% y la de alimentos del 34,1%. Es decir, la comida está bajando de precio. Un alivio concreto para millones de argentinos que empiezan a ver los frutos del orden.
Este logro no es fruto del azar. Es el resultado de una política económica basada en principios sólidos, no en improvisaciones. Milei advirtió desde el día uno que había que terminar con la emisión sin respaldo, el despilfarro estatal y los privilegios de la casta política. Hoy, esos principios dan resultados tangibles.
Mientras los opositores apuestan al fracaso para volver con sus recetas fallidas, el pueblo empieza a cosechar los beneficios de haber elegido un rumbo valiente y necesario.
Argentina está escribiendo una nueva historia. La inflación no es un fenómeno natural, sino el resultado de malas decisiones. Javier Milei lo entendió y lo enfrentó sin titubeos. Y ahora, con cada décima que baja el IPC, se fortalece la esperanza de una Argentina próspera, previsible y libre.
Este 1,5% no es un número más: es la prueba de que el cambio está en marcha.